Ilustración de un hombre atrapado en arenas movedizas levantando la mano, con una iglesia blanca y un olivo al fondo en un paisaje andaluz al atardecer. Texto: Arenas movedizas, cuando la vida te atrapa y cómo aprender a salir.

Arenas movedizas

Sé que llevo un tiempo perdido, desconectado tanto del mundo digital, como del real, e incluso del imaginario… y todo tiene un porqué: arenas movedizas.

Hay una película que se llama Equipo a la fuerza (en español), cuyo protagonista es Keanu Reeves, y tiene un monólogo sobre las arenas movedizas que dice así:

Shane Falco:
«Estás jugando y crees que todo va bien.
Entonces, algo sale mal.
Luego otra cosa.
Y otra más.
Intentas recuperarte, pero cuanto más luchas, más te hundes.
Hasta que no puedes moverte… no puedes respirar…
porque estás hasta el cuello.
Como en arenas movedizas.»

Pues ahora mismo siento que estoy en esa situación. Y he decidido no moverme para que no me siga tragando, tranquilizarme, analizar la situación y ver qué puedo hacer.

Pienso que el problema es tener muchos frentes abiertos, la famosa frase de “el que mucho abarca, poco aprieta”.

Hace dos años perdí a mi madre por un cáncer, mi novia quedó embarazada y llegó mi hijo Máximo. Tengo un trabajo que es un verdadero peligro: trabajo en una autopista. Además, empecé este blog de fantasía sin saber muy bien a dónde llegaría, y ya llevo más de un año con él.

Tengo mi primera novela: corta, imperfecta, desastrosa incluso… pero ahí está. ¿Cuánta gente puede decir lo mismo? Tengo ideas locas y ahora sé que el rumbo de este blog es la fantasía, pero de carácter andaluz.

Tengo miles de ideas, una segunda novela (no es de fantasía, curioso, ¿eh?) en proceso. Será mejor, peor, diferente… pero mía.

Tengo que seguir mejorando en muchos aspectos de mi vida. Soy una persona que nunca ha querido quedarse quieta; siempre he querido seguir avanzando, de una forma u otra. Pero ahora mismo me siento cansado (38 añazos ya). Por eso he decidido tomar este respiro.


La verdad es que antes era una persona más social, pero con la edad me he ido volviendo más antisocial… o quizás este es mi verdadero yo. Muahahaha.

Escribía en la soledad de su habitación, en la más alta torre de un castillo al cual nunca daba el sol (vivo en un quinto que da a la playa).

No, en serio: he pasado de casi dormir en la calle, a llegar de trabajar y no querer pisar la calle. Ya no me gustan los ruidos, los bullicios. Llevo sin beber alcohol… ¿tres años? Ya la consola solo sirve para Netflix (ventajas de tener un hijo).

Eso sí, cuando salgo con él me gusta sacar el niño que llevo dentro y escucharlo reír en mitad del paseo, porque ya aprendió a andar y el tío quiere ir ya solo. Entonces es cuando te das cuenta de que lo bonito es eso: tener tiempo, estar ahí, hacer que se descojone, cogerlo en brazos y hacer el tonto. Ese momento es irrepetible. Ya tendrá la vida oportunidades para hacerle daño o hacerlo llorar, pero mi trabajo como padre es ese: hacerlo feliz y sonriente. Y mi trabajo me cuesta.

La vida, al final, va por etapas: hay quien se las salta, hay quien no las abandona, hay quien las sigue a rajatabla… y yo, yo intento ser feliz.

Ahora, para mí, la felicidad es eso: a pesar de las pérdidas, de los fracasos, sigues adelante con una sonrisa e intentas hacerlo lo mejor que puedes.

Me acabo de acordar del monólogo de Rocky, cuando le dice al hijo:

“Nada golpea tan duro como la vida, pero lo importante no es pegar más fuerte, es saber recibir los golpes y no quedarte en el suelo. Eso es lo que nos mata: no movernos.”

Y con eso no me refiero a viajar, me refiero a no arriesgarte. Hacer cosas. Por ejemplo —y sí, puede sonar a topicazo, pero son ejemplos—: ir al cine solo a ver una peli, irte a cenar solo porque quieres, aprender un idioma, aprender cosas que te interesen, ser educado, dar los buenos días y decir gracias.

A lo que me refiero es que la vida está ahí fuera, esperando a que vayas por ella. No va a ir a tu casa, al salón o a tu cuarto… a menos que quieras ser escritor. Entonces, sí: sal, haz cosas, pero luego vuelve y ten tu ratito para escribir.

No sé… esto es lo que quiero enseñarle a mi hijo: a soñar despierto, a que para mí, su padre, él es muy grande. Solo tiene que demostrárselo al mundo.


Me gustaría saber cuál es el estándar de la sociedad moderna. Antiguamente se decía: “hay que plantar un árbol, escribir un libro y tener un niño”. Si eso es así… ¿yo ya llegué al último nivel? ¿Me pasé el juego? Me niego.

Por eso creo que hay que seguir avanzando, pero con cautela. Por ejemplo: si no te gusta tu trabajo, déjalo y busca otro, pero si tienes deudas busca primero otro trabajo y luego deja el tuyo.

Y si no te gusta tu pueblo o ciudad, múdate. Somos seres humanos, tenemos pies, no somos árboles con raíces… y aun así, a ellos se les puede trasplantar. Piénsalo.

Esto lo digo porque ahora mismo tengo un trabajo que no me convence demasiado (trabajo en la autopista, el trabajo más peligroso que he tenido hasta la fecha). Ahí te das cuenta de las locuras que hacemos al volante… y pienso que lo mismo algún día no vuelvo. Por eso el tema del blog y escribir: aparte de que me gusta, quiero dejarle un legado a mi hijo que me recuerde por fotos, vídeos y mis historias… no como “el que retiraba bichos muertos de la autopista”.

A lo largo de mi vida nunca he sido de elegir trabajos solo por ganar más dinero. Siempre he tirado por el arte: actor, cómico, payaso, monologuista… Siempre me han dicho que soy un gran contador de historias, y ahora lo estoy haciendo realidad.

Siempre he tenido mi trabajo y algo que hacer en mi tiempo libre. Y ahora, querido lector, me dirás: “pues no te ha funcionado, porque aquí estás”. Y yo respondo: pues no. Yo creo que pienso dentro del tiesto, pero mi tiesto es distinto. No tengo deudas, tengo casa propia, coche propio. Siempre he estado metiendo dinero en casa de mis padres o en la mía. Nunca me ha faltado trabajo, pero sé que puedo seguir haciendo más.

Me alegro cuando veo a emprendedores que han conseguido que sus negocios funcionen. Quizás ellos sirvan para eso y yo no… pero la idea, como diría Dory, es: “sigue nadando”. Pero descansar… ¿vale o no? ¿Qué opináis?


Todavía tengo que poner un poco más de orden, tengo que hablar con unos señores que se interesaron por esta locura y lo dejé un poco de lado. Tengo pendiente visitar a otra persona y venderle una idea. Tengo que hacer grande la magia andaluza, el mar Mediterráneo y a los gamusinos.

Pero bueno… poco a poco y sin rendirme, pero sí haciendo paradas para descansar, pues este viaje que se llama vida todavía no termina.

El otro día (10/08/2025) estaba en el trabajo y vi la famosa reentrada de un satélite que corrió como fuego por las redes. Yo pensé: una estrella fugaz. Luego: “eso es muy raro, se está desprendiendo”. Y ahí mi cabeza empezó a volar: desde invasión alien, ataque nuclear… y al final te enteras de que es eso: un satélite artificial ardiendo en su reentrada.

Y la vida, al final, es eso: ves cosas que no puedes explicar y cada uno tiene su propia imaginación para engrandecerlas, y luego la realidad es un poco meh.

La verdad, no sé cómo terminar esto… pero sí pediros que, si os gusta, podéis suscribiros y decirme en los comentarios qué os parece el blog y qué historia os gusta más. Si voy consiguiendo suscriptores, la idea es hacer concursos con regalitos.


¿Te ha gustado esta historia?
Descubre mi nueva novela “Prisión Invisible: Zero”, una distopía de ciencia ficción que ya está dando de qué hablar.
Disponible en https://www.amazon.es/dp/B0CZ8L26C8
Tu libertad empieza con una decisión. ¿Te atreves?

Gracias por llegar hasta aquí.
Si te ha gustado lo que has leído, te invito a suscribirte al blog para no perderte ninguna nueva historia, reflexión o locura literaria.
Y no olvides dejar un comentario, ¡me encantará leerte y charlar contigo!
¡Nos leemos pronto!

Ilustración de un hombre atrapado en arenas movedizas levantando la mano, con una iglesia blanca y un olivo al fondo en un paisaje andaluz al atardecer. Texto: Arenas movedizas, cuando la vida te atrapa y cómo aprender a salir.

Descubre más desde El Imaginario De Jaro

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Descubre más desde El Imaginario De Jaro

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo